El pasar de los años me ha permitido diferenciar entre una caminata por inercia a una caminata por puro placer. Las primeras son aquellas en las que el destino podría ser nuestro centro de estudio o labores, una tienda; e inclusive, en este bloque me atrevo a incluir una caminata hacia la casa de un ser querido. El único interés que prima es llegar al destino pues en él se basa toda nuestra atención.

 

 

Quienes aprovechamos un porcentaje del día en despertar e inspeccionar lo que nos rodea, estamos un paso adelante de los demás. El ritmo de la vida, al menos la que me ha tocado vivir, no permite que el hombre se detenga un segundo a observar el mundo, todos están corriendo constantemente. Las caminatas por puro placer nos pueden brindar ese beneficio.

 

 

Si logras  convertir 5 cuadras caminadas hacia tu oficina en un tiempo de ocio, puede que tu día sea testigo de el mundo que casi nadie observa. Este ejercicio lo llevo realizando hace muchos años y lo que he conseguido me ha permitido ser más tranquilo, más detallista, sonreír en mayor proporción e inspirarme más de la vida.

 

 

Ahora, si a lo anterior le sumas una compañía que busque lo mismo que tú, el momento definitivamente podrá conseguir la liberación del alma. Muchas veces escucho gente decir que cuando camina acompañado el tiempo pasa más rápido y suelen divertirse. Error.

 

 

Lo divertido radica en detener el tiempo al lado de una persona, que ese lapso de 5 minutos se vivan como si fueran 24 horas. ¿Curioso no? Sin duda alguna, caminar y hablar son las primeras cosas que busca aprender el hombre. ¿Por qué creemos entonces que la caminata aburre o cansa? 

 

 

Acelerar hoy en día es sinónimo de progreso, pero para algunos también ha significado fracaso. Si hablo de esto no es porque  conozca más, sino tal vez porque ignoro menos.  Aquellos que viven segundo a segundo, encontrarán entre cada uno de ellos un nuevo universo; aquellos que viven intentando culminar el día, la vida solo será producto de la inercia y la rutina.

 

 

No corras sin antes caminar, no ames sin antes querer, no mueras sin antes vivir.