Podría pasar una vida entera caminando por las calles, observando lo que las "desinteresadas" autoridades ediles nos brindan para jactarse de que al pueblo sí se le difunde cultura. Desde mi humilde opinión... ya son pocos los que se tragan aquel cuento.

 

 

Que confundamos cultura con industria cultural, o hasta con expresiones culturales, es consecuencia vital de lo amplio que se guarda en su definición; en este aspecto, nunca nadie tendrá la razón. El punto de partida de esto viaja por mi mente, de recuerdo en recuerdo, de aquellas imágenes grabadas. Todo seduce y, para angustiarme más aun, me formula una pregunta: ¿Dónde está la cultura?

 

 

Admito que a la mano no tengo ni una sola teoría para hablar sobre esto, a lo mucho un vago recuerdo de aquellas clases de primer año que te enamoraban de Adorno y Horkheimer, pero creo poseer algo más valioso, algo que casi toda la humanidad olvida tener: el legado de la sociedad en la que nacemos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si se opta por vestir como europeos; si en vez de escuchar algo autóctono (otro término que aterra definir) preferimos lo asiático; si prefieres creer que la televisión es una basura sin embargo nunca sintonizas TvPerú (¡Rayos! Olvidaba que he prohibido salirme del tema). En fin.

 

 

Si uno desea todo lo anterior, no veo el problema... es irónico, pero quienes queman fuerzas traduciendo la historia peruana en algo agradable para la vista y el oído, están a la vuelta de la esquina, tal vez en la esquina, en la plaza, en la alameda, en los buses, los parques; no lo sé.

 

 

Los intentos son infinitos, los receptores poco a poco lo van notando. Yo seguiré preguntando si la cultura está en la calle, prefiero creer que está en las mismas personas y la calle es el mural donde se expone. Puede que sí, es ahí donde hace un par de años la vengo encontrando, pero nadie me hace caso.